Iraq ha sido recientemente objeto de intensa escrutinio internacional tras la aprobación de una nueva ley que impone severas penalidades a individuos LGBTQ+. Esta legislación, que fue aprobada silenciosamente por el parlamento iraquí, ha desatado una ola de críticas diplomáticas de todo el mundo. Organizaciones de derechos humanos, junto con diplomáticos de varios países, han condenado la ley, resaltando su potencial para marginar aún más a las personas LGBTQ+ en la sociedad iraquí. El Secretario de Relaciones Exteriores británico David Cameron y el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, han expresado sus preocupaciones, calificando la ley como 'peligrosa y preocupante' y una amenaza para los más vulnerables en Iraq.
La ley no solo criminaliza las identidades LGBTQ+, sino que también amenaza con obstaculizar la libertad de expresión, según críticos. Esta acción del gobierno iraquí ha levantado alarmas sobre el impacto potencial en los derechos humanos dentro del país. La comunidad internacional ha expresado temores de que dicha legislación pueda ahuyentar la inversión extranjera, aislando aún más a Iraq económicamente.
A pesar de la naturaleza conservadora de la sociedad iraquí, donde la homosexualidad es en gran medida tabú, el país no tenía previamente leyes que apuntaran directamente a individuos LGBTQ+ con penalidades tan severa…
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